Si quieres consejos para cuidar la chapa y pintura de tu coche, sigue esta guía. Evitarás que el aspecto de tu vehículo empeore por culpa del ambiente. La pintura del coche es uno de los primeros elementos que saltan a la vista. Por otro lado, la carrocería es el esqueleto del vehículo y a veces no nos damos cuenta de sus debilidades.

¿Qué podemos hacer?

Existe una serie de cuidados y tratamientos que debemos tener en mente si queremos alargar la vida de nuestro vehículo y que además luzca como nuevo.

Al lavar el coche, debemos mantener una rutina de una vez al mes aproximadamente. Evitando los autolavados nos ahorraremos posibles grietas y roces molestos. Lo ideal es realizarlo a mano, usando materiales profesionales que sirvan para descontaminar la carrocería de restos de aceite, insectos o elementos del asfalto, incluso del jabón. A la hora de secarlo, también debemos decantarnos por un secado manual, con bayeta de ser posible.

Otra medida de prevención es acudir a un taller profesional para realizar un encerado, formando una capa protectora que aísla el vehículo de los agentes dañinos que hemos mencionado.

Hoy en día existen tratamientos cerámicos que van en esta línea y que nos permiten aplicarlos a piezas deterioradas concretas. También podemos decantarnos por tratamientos plásticos, que permiten hidratar y rejuvenecer las partes de nuestro vehículo que contienen este material. Para aplicar estos procedimientos, debemos encontrar un lugar de confianza, en el que nos aseguren resultados óptimos.

Recuerda que cuidar la pintura es proteger también la carrocería, ya que esta primera capa es la puerta de entrada de todos los elementos que pueden dañar y provocar corrosión en la chapa. Descuidar la chapa y pintura solo facilita que el óxido aparezca antes en la estructura, pudiendo afectar a piezas fundamentales para la conducción.