La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) ha introducido nuevos cambios que tienen que ver con la carrocería de un coche, ya que ahora son más estrictos que antes. En este sentido, debes tener en cuenta una serie de novedades relacionadas con la chapa y pintura.

Pasar la ITV tras una revisión de chapa y pintura

A partir de ahora, las lunas y los espejos deben quedar perfectamente fijados y no tener grietas que puedan llevar a una rotura. Además, los inspectores comprobarán que las puertas abran correctamente y que las molduras también presenten un buen estado.

Es más, todos los elementos de la carrocería deben presentar un buen estado y nunca suponer un peligro de desprendimiento. Por ello, es muy importante pasar por un taller de carroceria antes de acudir a la cita en la ITV. De esta manera, contarás con más posibilidades de pasar esta revisión.

Corrosión en la chapa y golpes visibles

Otros aspectos que han reseñado desde la DGT son la carrocería en mal estado y los golpes visibles. Así, una capa exterior visible de óxido podría ser considerada como contaminante, mientras que los abollones grandes sin reparar llevarían a que el vehículo fuera no apto. Más si cabe cuando estos pudieras llegar a afectar al chasis, lo que se consideraría un riesgo para la circulación.

Finalmente, debes revisar los faros y los pilotos hasta el punto de comprobar que todas las bombillas se enciendan correctamente. Con todo, lo mejor es confiar en profesionales de la mecánica para llevar el coche en perfecto estado a la revisión.

En resumen, si tienes que pasar la ITV y tu coche tiene problemas de chapa y pintura, te recomendamos acudir a un taller profesional. Ahora es importante reparar este tipo de daños y así tener una mayor seguridad de cara a pasar dicha revisión.